domingo, 31 de enero de 2016

Viviendo en un hostal en Escocia

En los últimos tres años he vivido en cuatro países (seis ciudades) y no puedo decir que mi residencia actual sea la última. Tras tomar la decisión de vivir en el extranjero, ya que mi país de origen sigue sin ofrecerme la vida que soñé tener (tener un trabajo digno que me genere el suficiente dinero tanto para vivir independiente como para ahorrar un poco) vivo vagando por el mundo, sin rumbo establecido. Al principio, por la novedad, se mezclan sentimientos de ilusión, esperanza y miedo a partes iguales. He de decir que, de momento, he tenido mucha suerte habiendo encontrado alojamiento y trabajo donde quiera que fuera. Lo último que me gustaría sería pedir dinero a mis allegados, aunque tengo siempre su apoyo incondicional, lo cual me tranquiliza también sobremanera.

Todas las "aventuras" que estoy viviendo me hacen crecer cada día, sorpendiéndome a mí misma de ver lo fuerte y valiente que puedo llegar a ser. Al principio no le daba importancia a lo que hacía, pero, la gente que te encuentras en el camino muchas veces te ayuda a abrir los ojos, a ver que lo que haces no es tan "normal" y el hecho de que desconocidos valoren el esfuerzo que haces, vaya, es sobrecogedor.

Estando en Irlanda, pasé de ser una aupair a la que le daba un poco de vergüenza hablar en inglés en Cork a representante de atención al cliente hablando en tres idiomas en Dublín. China fue romper todos los tópicos que hubiera podido aprender en mi vida sobre ese país. Fue una de las experiencias más difíciles que he vivido, pero siempre digo que volvería a hacerlo. Me arrepentiría de no haberlo intentado y, de hecho, no descarto en el futuro volver, aunque con la experiencia y el bagaje que me acompaña ahora sé que las cosas serían muy diferentes; mejores al menos, espero. Tras esta experiencia, volví con muchas ganas de quedarme en España, al menos una temporada, pensando que la situación laboral quizás habría cambiado un poco desde que me fuera. Efectivamente, así era, las ofertas laborales cambiaron, pero a mucho peor. Trabajos en los que la educación se infravalora, horarios interminables con disposición total y absoluta para trabajar fines de semana, festivos y noches por muy poca diferencia en el salario, los cuales, digamos que son, cuanto menos, ridículos. Con la expectativa de quedarme viviendo en casa de mis padres con una trabajo que me hiciera altamente infeliz, tomé de nuevo la maleta y me fui a Escocia. Este país me está costando más que ningún otro. No encuentro un trabajo estable, me estafaron en una casa y me ha hecho desconfiar mucho de la gente, he perdido el interés por el turismo ya que estoy más preocupada por buscar un buen trabajo y una vivienda; el clima no ayuda y mi desánimo se está instalando cada día más dentro de mí. Por éso vivo ahora en un hostal, sin la expectativa de encontrar casa, pues dudo que éste sea mi último destino. Aunque he encontrado un trabajo que me apasiona, no me ofrece la estabilidad que ahora estoy deseando encontrar. Es curioso ver estas contradicciones que te presenta la vida: cuando empecé la envergadura de trabajar por el mundo, salí con la idea de comerme el mundo, tenía ganas de viajar, visitar lugares y hacer turismo y me salían trabajos estables que me permitían hacerlo. Ahora, que busco establecerme, empezar a crear un hogar tan lejos del mío, no encuentro la estabilidad que busco. Pero no me derrumbo, ahora sé que en la vida, todo es pasajero, todo. Sólo es cuestión de tiempo que la siguiente página de mi historia me sea revelada. Seremos pacientes.


sábado, 23 de noviembre de 2013

Cojo las maletas y me voy... a Irlanda.

Llevo viviendo en Irlanda ya cinco meses y todavía me sorprendo pensando en la necesidad de viajar, sin recordar que el hecho de vivir en otro país que no es el mío (España) ya se puede considerar viajar. Pero así me siento ahora. Después de haber vivido malas experiencias en los últimos años y viendo el poco futuro que me ofrece mi país, me encuentro llena de energía y ganas de explorar el mundo. No tengo ataduras, no tengo pareja, no tengo hijos, no tengo casa y no tengo trabajo, ¿qué puedo perder? Es ahora o nunca. Además, siempre cuento con el apoyo incondicional de mi familia en caso de necesidad; entonces, ¿por qué no intentarlo?
Así que un día me desperté con la idea de hacerlo realidad: vivir en el extranjero. Adiós a los miedos, hola a la vida. No se puede esperar que salga todo bien, pero tampoco que salga todo mal. Sin embargo, tampoco soy tonta; no me gusta tirarme al agua sin saber cuál es la profundidad. No me voy a ir a la desesperada, no lo necesito tampoco, afortunadamente. Ya he dado el primer paso, que es tener la seguridad en mí misma en que lo puedo conseguir, así que ahora es el momento de pensar a dónde ir.

Aquí se plantea todo el razonamiento que seguí para dar el salto al extranjero.
¿CÓMO EMPEZAR UNA NUEVA VIDA EN EL EXTRANJERO? EN 5 PASOS:

1.- ¿Cuál es el idioma que tengo que dominar para poder viajar por todo el mundo? Como sabemos, el inglés es, sin lugar a dudas, el idioma que te puede abrir las puertas en cualquier parte hoy en día.
Vale, una cosa está clara, quiero ir a un país angloparlante. Pienso que si mejoro mis aptitudes en esta lengua, tendré más facilidades para viajar en un futuro próximo a cualquier otro destino; además de mejorar mi currículum y facilitar mi acceso a la vida laboral donde quiera que vaya.


2.- ¿Qué países angloparlantes hay en Europa? Porque, no nos engañemos, busco en Europa porque está cerca y en el caso de ir algo mal me puedo coger un vuelo y me planto en casa en nada de tiempo. Por lo tanto, localizo un mapa europeo y miro. Lo primero que se me ocurre es ir a Inglaterra, por supuesto; parece que todos tenemos una fijación con ese país, como si fuera el único. No entiendo por qué, pero así me parece. Y últimamente lo que quiero es romper con todos los tópicos que he ido adquiriendo a lo largo de mi vida, quiero romper las reglas y hacer cosas diferentes, así que descarto la idea de ir allí (también ayuda el hecho de que el nivel de vida en Londres, por ejemplo, es bastante caro y el hecho de que usan la libra y prefiero seguir usando el euro. Me voy fuera de mi país, pero si hoy en día nos pueden facilitar algunas comodidades este cambio, ¿por qué no aprovecharlo?). Así que se me ocurre la idea de ir a Irlanda, que está justo al lado y que siempre había pasado por alto. ¿Por qué no? Pienso. Parece un país pequeñito y acogedor; además de que, investigando un poquito su geografía, parece precioso. ¡Vale! ¡A Irlanda!

3.- ¿Y cómo voy a Irlanda? No me gusta ir a un sitio desconocido con una mano delante y otra detrás, así que tengo que pensar en alguna manera de abrirme un camino allí. Empiezo a indagar en internet: "vivir en Irlanda", no me vale, es un concepto muy amplio; busco "vivir y trabajar en Irlanda", mejor, ya empiezo a descubrir nuevas ideas. Y, ¿qué es lo que encuentro? Una de las maneras que más se repite es viajar como "aupair", que no es otra cosa que ir de niñera. ¡Qué dilema!
- ¿Por qué? - pensarás.
- Porque no me gustan mucho los niños y excedo un poco la edad "más adecuada" a este desempeño... - digo yo.
Uf, no sé... Mi primera reacción fue pensar "ni de coña, antes me busco un curro de lo que sea y me busco la vida...", pero llega el caso de que me doy cuenta de que no he hablado inglés nunca en un país angloparlante más que para pedir el menú en alguna hamburguesería o alguna indicación a algún viandante, sin más premuras. Sin embargo, buscar un trabajo con mi  "inglés nivel medio" es ya otra historia y todo se me hizo un mundo de nuevo. Además, no he vivido nunca sola y el hecho de buscar también alojamiento, pensar en facturas, internet, móvil, traslados,... Todo hizo, poco a poco, que fuera aceptando la idea de irme como au pair.

4.- ¿Y a qué zona de Irlanda voy? Buscando y preguntando en foros, me recomiendan no irme a la capital, Dublín, ya que, si como digo hasta la saciedad lo que quiero es ir para mejorar mi inglés, la capital está plagada de españoles y será muy difícil avanzar allí. Por tanto, pienso que tendré que enfocarme en una ciudad más pequeña con menos probabilidad de compatriotas. Y, ¿cuál es la segunda ciudad más importante de Irlanda? Es Cork. Una ciudad de la que, llámame inculta, no había oído hablar en mi vida; parece tan buen lugar como cualquier otro, ¡de acuerdo!

5.- ¿Buscar trabajo como au pair por agencia o por mi cuenta? Ya he realizado algún viaje lejos de lo conocido por mi cuenta y, sabiendo un poco desenvolverte, creo que siempre es la mejor opción hacerlo a tu aire. No quiero pagar a intermediarios, así que empiezo a buscar de nuevo en internet (¡qué gran ayuda en estos días! No entiendo cómo la gente no le saca todo el provecho que nos ofrece). Por supuesto, siempre las primeras búsquedas te llevan a agencias y hay que hacer especial cuidado porque muchas de ellas están muy camufladas ofreciendo ayuda "desinteresada" hasta que, una vez encontrada una familia de acogida te solicitan sus honorarios. Descartadas ésas busco otro tipo de opción que existe ahora que no es otra cosa que páginas de intercambio familias-aupairs. Parecen agencias de lo bien organizadas que están, sin embargo, éstas sí que son gratuitas 100%, por ejemplo http://www.aupair-world.es/ Muy recomendable y de fiar. Por fin parecía ir todo sobre ruedas, sin embargo, tras haber realizado mi perfil, me dicen que supero la edad límite y no soy apta para participar en el programa. Una nueva recaída me entra al saber ésto, pero no me rindo. Hablo de nuevo con la gente que está dispuesta a ayudarte sin esperar nada a cambio, me refiero a los foros de internet (uno de los que más me ha ayudado es http://www.spaniards.es/ ) y comento mi caso. Me dicen que no desespere y que me anime, que todo tiene solución. Me dan varias opciones: cambiar mi edad y explicárselo luego a la familia o buscar por Facebook en grupos de aupairs. El cambio de edad no me convencía, porque parece que ya entras mintiendo a la familia, así que busqué por Facebook. Yo tenía cuenta en Facebook desde hacía bastante, sin embargo, nunca había sabido lo que puede ayudarte hoy esta red de personas. Ya no sirve sólo para ver las fotos de tus amigos, sino que puede ayudarte a buscar empleo, alojamiento, información de todo tipo y ayuda, mucha ayuda. Gracias a él, encontré una familia disponible y, tras unos pocos emails, nos aceptamos mutuamente y decidimos una fecha de inicio.

¡Ya estaba hecho! ¡Por fín! ¡Me iba definitivamente a Irlanda! De nuevo entra ese gusanillo al preguntarse cómo saldrán las cosas, pero una nueva etapa se abre en mi vida y pienso disfrutarla al máximo. Os iré contando, poco a poco, mis aventuras y desventuras en este país lleno de misterios, leyendas y maravillas. No dudéis en preguntarme cualquier duda o dejad algún comentario. ^_^